Aunque hoy hayan sido prácticamente sutituidas por el formato CD, las cintas de cassette fueron el medio elegido para difundir los repertorios de los grupos carnavaleros de Ubrique. Recuerdo los primeros años del carnaval a finales de los ochenta cuando todavía no se había consolidado lo que era la fiesta y ya los grupos nos aventurábamos alegremente a registrar el repertorio en una cassette. Porque haber sacao cintas ese año daba un marchamo de calidad y categoría al grupo en cuestión. Aunque después hubiese que dedicarse el resto el carnaval a ir endilgándosela al primer amigo, conocido o saludado que apareciese a la vuelta de la esquina. Se endilgaban y punto. A quinientas leandras. Con un par.
Y lo que presumíamos los grupos. Hasta el punto de que no se consideraba definitivamente la valía de ningún repertorio si el grupo en cuestión no lo había grabado en una puñetera cinta. Se decía entonces:
- "¿Dicen que la chirigota de fulanito está este año de categoría?", preguntaba uno"
"¡Si, pero ellos no han grabao cintas como nosotros!", respondía otro.
"¡Si, pero ellos no han grabao cintas como nosotros!", respondía otro.
Aunque es innegable que tuvieron una importantísima función salvando del olvido aquellas primeras letras y músicas que se oyeron, no es menos innegable la cantidad de anécdotas y daños colaterales que generaron en mas de una agrupación. A saber: chirigotas que no vendían prácticamente ninguna con lo cual les costaba ( y bastante) dinero la aventura, encargados de la recaudación que misteriosamente extraviaban o distraían lo recaudado, discusiones entre miembros de los grupos porque siempre hay algunos que venden mucho y otros que no venden nada, etc, etc...
Pero de entre todas las anécdotas una de las mas jugosas la voy a citar aquí. Una comparsa primeriza fué a realizar la grabación a los estudios de Izquierdo Producciones, la productora chiclanera puntera de aquellos años cuyos "productos" tenían como particularidad que entre copla y copla se escuchaba el repertorio de otra agrupación, igual que si se tratase de una psicofonía. Entoces no estaba Iker Jiménez para explicar aquello. Tampoco hacía falta. La explicación era muy sencilla: simplemente las cintas que no vendía un grupo se las recompraba mas baratas y se las utilizaba con otro repertorio. De haber existido en aquellos años el programa de Canal Sur Tecnópolis lo hubiesen vendido como una Empresa Andaluza pionera en la Reutilización y el Desarrollo Sostenible...o sujetable.
A lo que iba. Cuando llegaron a Chiclana los de Ubrique les preguntaron:
"¿Cuantos tenores traéis?",
...y éstos respondieron:"Ninguno. Nosotros ya venimos comidos de casa".
La experiencia es un grado. Eso dicen.
Cada uno cuenta la película según le ha ido. Nosotros afortunadamente no nos encintamos mucho. Pero caímos. Vaya si caímos. Concretamente los años que aparecen en la siguiente imagen: Pasotas de Copas (1991), Si te gusta el meneíto, me pides el clavelito (1996) y "Er Boliche" (2001).
El primer año nos fué bien. Realizamos toda la grabación durante una tarde. Sobraos. Y vendimos un número considerable de unidades. Y ganamos prestigio como grupo...pero no ganamos un duro.
El segundo año cambiamos de "productor" y de estudio. Un amigo con un equipo casero (y una cresta rubia) grabó el repertorio en un salón de los antiguos sindicatos, donde él ensayaba con su grupo de rock. Logramos captar un sonido tan real tan real...que al final se grabó perfectamente hasta la lluvia que estaba cayendo en Ubrique aquella noche. (no es broma:quien tenga la cinta que lo compruebe). Ganamos dinero...pero perdimos el poco prestigio que teníamos como grabantes.
Y la última vez afortunadamente fué...la última vez. Una odisea oiga.
Por una sugerencia de algunas personas del grupo, decidimos embarcarnos en una grabación el mismo día de la tortillá .
"Quillo, ¿por que no hacemos unas cintitas este año que vamos a vender un montón, ehin?"
"Aro,aro" dijo otro. "En una semana da tiempo de sobra".
El alcohol nos vuelve atrevidos.
El alcohol nos vuelve atrevidos.
Pero el productor se encontraba fuera de Ubrique toda la semana y no volvía hasta el viernes. Pese a todo tiramos p´alante. Y el viernes siguiente mientras algunos componentes fueron a recogerlo al AVE a Sevilla otros los esperamos en el estudio dando buena cuenta de un aperitivo. Y unos refresquitos. Y unos cigarritos...con sus aliños. Para matar los nervios, ya se sabe. Esto no será ná.
Lo cierto es que cuando nos pusimos a grabar la cosa estaba fina. Pero fina de verdad. Valiente churrete nos salió...y no llegamos ni a la mitad del repertorio. Y estuvimos hasta las 4 de la mañana.
Al día siguiente vuelta la tajo. A las doce empezamos y acabamos...un cuarto de hora antes de actuar en la mejilloná (actual chicharroná). Luego ponte a preparar todo para la actuación en el colegio Francisco Fatou (aquel año montamos una caseta de feria con todos sus avíos), actuación posterior en un par de locales, copas, madrugada y bla, bla, bla...y glub, glub, glub. Hip!Hip!
Al día siguiente, domingo, ponte a arreglar el audio (si es que se le podía llamar a aquello audio), porque la resaca no tenía arreglo posible. Desde las doce de la mañana...¡¡hasta las nueve de la noche para obtener el máster!! (Había dos chavales allí esperando que terminase lo nuestro para empezar a grabar ellos).
El lunes viaje a Sevilla a otro estudio para que le diesen un "arreglito" a lo que antes llamamos audio. Y para encargar las 700 copias necesarias para amortizar la operación.
El viernes siguiente recogida del material para venderlo durante todo el carnaval. Y el sábado, por fin, ya está todo preparado para empezar la venta en el pregón, la chorizá, el casco antiguo... y se pone a llover. ¡¡Maldita sea mi estampa!!. Todo el mundo corriendo a su casa en estampida, y nosotros como carajotes cargaos de cintas y de agua. No vendimos ni la mitad de la mitad.
Y como suele pasar casi siempre: mientras algunos trataban de colocar el material, los pioneros del asunto tocándose el pito. Pero no el de carnaval...el otro. Un desastre total.
Vuelvo a repetir que cada grupo contará la feria según le haya ido. Pero me juego el cuello a que mas de uno que haya leído esto y que haya vivido la experiencia de salir algún año cargao de cintas se habrá sentido identificado con lo aquí expuesto. Quien así lo desee puede responder a esta entrada y exponer su anécdota. Están invitados todos.
Gracias a estas experiencias, cuando todavía hoy alguien te realiza la pregunta que da título a la entrada no tengo mas remedio que decirle:
"No hija no. Las únicas cintas que nosotros sacamos ya son de lomo...y el día del guiso pa los filetitos".
Como prueba de todo lo anteriormente citado les dejo con el popurrit de "Er Boliche", que pese a todo gustó mucho. Está grabado en dos mitades: una el viernes noche y otra el sábado por la mañana. Adivinen cual fué antes.
Por cierto: A aquellos aficionados que no dispongan de ningún repertorio nuestro les comunico que "casualmente" ha aparecido en mi casa una cajita llena de cintas con su plastiquito sin abrir. Si alguien quiere alguna se la dejo baratita.
